Generando conocimiento para una democracia más igualitaria y justa
¿Quién es Ricardo Escutia-Miranda?
Soy una persona de múltiples andares: primero, el académico, donde privilegio la investigación y la observación minuciosa de la realidad social para plantear alternativas a los problemas públicos, en forma planificada y con bases teórico metodológicas; segundo, el consultor, donde antepongo el análisis, la prospectiva y la visión estratégica para mejorar el desempeño de la acción pública, su impacto, en busca de mejores resultados que generen beneficios sociales, abordando desde la evaluación y diseño de políticas públicas, el liderazgo y el marketing políticos, en busca de mejores democracias, no solo electorales, sino gobiernos con mejores condiciones sociales, económicas, y culturales, y; el tercero, el personal, donde las artes marciales y la filosofía oriental han forjado en mí una personalidad con esencia, disciplina y enfoque. Todo esto, se conjuga en mi formación de carácter humanista y con empatía hacia los problemas de la sociedad.
Un factor común y que hace converger estos caminos, es que todas en última instancia son expresiones del liderazgo, donde se desarrolla lo personal, para influir de manera positiva en el entorno, tratando de provocar beneficios a la sociedad, o simplemente, para ser mejor persona.
¿Cómo ha hecho para compaginar estos intereses?
Con constancia.
Me he enfocado en ascender peldaños a lo largo del tiempo, sin saltar o evitar ninguno; desde la obtención de la licenciatura en antropología social, hasta el doctorado en ciencias sociales y políticas, pasando claro, por la maestría en desarrollo municipal. Tanto esta maestría como el doctorado forman parte del sistema nacional de posgrados del Conahcyt, hoy solo el 0.9% de la población en México, tiene doctorado, una cifra muy pequeña si se compara con otros países.
Además, he procurado llevar a la práctica el conocimiento ganado aplicándolo a la investigación, la docencia y la consultoría.
Por último, soy practicante de artes marciales desde muy pequeño, en específico Karate Do, Ful Contact, kick Boxing, y Kendo. En el 2007 fui campeón nacional de Full Contact, por el INCUFIDE y la WAKO, además soy lector cotidiano de la cultura oriental y su filosofía, en pos de ampliar mis experiencias y conocimientos de esta cultura milenaria.
¿De dónde nace el interés por la investigación?
Como antropólogo social, tuve oportunidad de realizar trabajo de campo e interactuar de cerca con las comunidades, conocí las reales condiciones de desigualdad y de pobreza, además pude contrastar estas condiciones con la política pública que las considera.
Comencé a cuestionar ¿Qué era lo que estaba pasando? ¿Por qué se dice una cosa en el discurso y en la realidad la evidencia es otra?
Esto me condujo a la investigación y, a estudiar la maestría en desarrollo municipal. Aprendí que parte fundamental del quehacer del investigador y por extensión del docente, es hacer visibles los problemas que se han vuelto normales y que la gente deja de observar.
De esta manera y aplicando los resultados de la investigación, he tenido éxito asesorando a partidos políticos y regidores, en temas de seguridad, política pública, marketing político y liderazgo. También he podido participar gratificantemente como asesor en proyectos especiales tales como la viabilidad de la ciclovía de Toluca y la prevención de riesgos del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
¿Podría describirnos uno de sus proyectos de investigación más recientes?
Son dos los más recientes, uno trata sobre la calidad de la democracia a nivel municipal; otro, sobre la eficiencia del poder legislativo.
En el primero, se puede decir que normalmente las observaciones de la democracia centran su atención en aspectos como la participación electoral, el margen de victoria entre primer y segundo lugar y; el grado de alternancia, pero la democracia es más que eso, involucra entre otros aspectos la eficiencia en el quehacer público, la transparencia, la garantía de los derechos ciudadanos, la cultura política y la participación de la sociedad, es pues, hablar de la calidad de la democracia. Esto lo aterrizo a nivel descriptivo en los 125 municipios del estado de México y, lo que se busca, es identificar las carencias para plantear alternativas de solución, con miras a incrementar la calidad de vida de la población; este es el propósito de la democracia.
El segundo, tiene que ver con la evaluación de quiénes llegan a los cargos de representación en las legislaturas locales; observar las trayectorias y perfiles que tienen estas personas y su impacto en la atención a la población, la intención es sentar bases para un quehacer legislativo más eficiente, con mejores políticos y resultados.
Un beneficio de estas investigaciones, es configurar herramientas de decisión para identificar leyes que deban reformarse o hacer nuevas, con el fin último de que ayuden a propiciar mejoras concretas a la calidad de vida de la población. Al día, en la entidad, vivimos con leyes hechas en 1942, que si bien se han reformado, no tienen el impacto sobre el estado de derecho y su garantía en los derechos ciudadanos.
¿Cómo creé que sus proyectos de investigación impactan en la vida de las personas?
Intentar medir la democracia a nivel municipal, es un ejercicio muy aventurado y para los teóricos rigurosos tal vez hasta una contradicción, pero los ejercicios realizados en este sentido, son meramente descriptivos, consecuentemente tendrán que mejorarse con miras a tener una dimensión más clara, variables más definidas que nos ayuden a entender en qué áreas tenemos que mejorar el quehacer público y la cultura política, esto implica tener mejores políticos y ciudadanos, que en interacción directa desplieguen de acciones que involucren soluciones eficientes, es decir, conducir todo esto hacia la consolidación de una democracia sustantiva, esto es, una democracia que abogue porque no solamente se mejore la calidad de los derechos ya existentes, sino que además, se amplíen los mismos, y lleguen a todas las personas.
¿Ha tenido alguna experiencia significativa o emocionante durante su trabajo como investigador?
Diversas, colaborar en proyectos especiales como el caso del programa de las Naciones Unidas y el de la viabilidad de la ciclovía de Toluca fueron bastante gratificantes.
Otras experiencias también han tenido mucho impacto en mí, pues tienen que ver con el contacto humano y la empatía social.
Cuando estuve haciendo trabajo de campo en San Felipe del Progreso, conocí gente que vivía en cuevas, porque ahí fue donde se hicieron de un hogar, testimoniar este hecho fue muy impactante.
También visité comunidades indígenas donde para acceder a la comunidad tienes que ser parte de ella, volverte nativo. Acá me tocó ver cómo sancionaban a una persona que, por no tener para comer tomó unas mazorcas del vecino; el vecino se dio cuenta, lo acusó con el Marakame, que es el dirigente espiritual, y la sanción fue bastante fuerte e impactante, pero lo que más llamó mi atención, fue algo que mencionó el Marakame “solamente los mestizos se roban entre ellos, nosotros somos hermanos y si tienes hambre, lo único que tienes que hacer es decirle a uno de tus hermanos”… cuando escuché esas palabras, lo que vi y sentí fue revelador para mí, hay que hacer lo que se considera correcto, aun cuando intenten persuadirte de lo contrario, o cuando nadie te está mirando.
Creo que ser observador directo de ciertas prácticas y condiciones sociales te hace más humano, más consciente, y pone a prueba tus valores, he renunciado a trabajos, oportunidades y amistades que pudieron ser gratificantes o lucrativas, pero iban en contra de mi identidad, pero también he convivido con políticos, académicos y empresarios de diversa índole y con todos ellos aprendí que el verdadero líder busca aportar valor y beneficios a su sociedad, manteniendo su rectitud, honor y virtud, mientras sirve con su quehacer.